¡Cuánto cuesta mantener el orden con peques en casa! ¿Verdad?
Desde que Luca era bebé he intentado seguir un poco la filosofía de Montessori para que Luca juegue de una forma más o menos ordenada y organizada. Y aprenda sin darse cuenta a vivir su espacio así. Ordenado y organizado.
De hecho, le gusta ordenar y no le gusta ver juguetes en cajas o cajones o estanterías a las que no ‘pertenecen’. Colores mezclados. Formas en lugares que no corresponden.
Nunca sabré si es porque yo soy maniática con ciertas cosas (toc para algunos😜) y le contagio algo o porque funciona lo de María Montessori.
En solo 4 meses nos hemos mudado a nuestra casa nueva, hemos empezado nuevo y difícil curso, y hemos terminado trimestre y año. Por lo que no he tenido tiempo para organizar el espacio de Luca.
¿Y qué ocurre cuando un niño muy activo y curioso y explorador de 2 años y medio no tiene su espacio delimitado en casa y todos sus juguetes organizados?
Ocurre el desastre. Eso ocurre.
Ocurre que ha habido días en los que no sabía dónde acababa la habitación y dónde comenzaba el infinito mundo de sus trastos y los míos.
En una casa pequeña, con cocina comedor y sin puertas en las habitaciones.
Desastre asegurado.
Intentar aplicar algo de Montessori en casa conlleva orden, estética y objetivos claros entre otras cosas.
La casa tiene que estar adaptada para que el niño participe de las actividades y rutinas de la familia como una persona más, integrado al mismo nivel y sin jerarquías. Donde su autonomía y su independencia sean la base de su movimiento libre.
De forma innata y aunque nos creamos justo lo contrario, durante sus primeros años de vida (3-4) tienden a necesitar ese orden y a llevarlo a cabo. Pero se les tiene que facilitar el espacio y los materiales adecuados para ello.
Si a su alrededor no llegan físicamente a una estantería o un armario, o si no se les acompaña en la rutina de ordenar después de utilizar/jugar, será muchísimo más difícil que desarrollen esa especie de vocación por mantener el orden a su alrededor.
Un espacio claro, diferenciado y delimitado.
Espacios de almacenaje pequeños y a su alcance.
Lugares claros para organizar los juguetes y materiales según su categoría (libros, puzzles, bloques, animales…)
Materiales lo más naturales posibles -maderas en lugar de plásticos-.
Los adultos, claro, tenemos que sacrificar espacios que nos gustaría tener para nosotros. Además de cambiar el concepto de mandar por el de acompañar. El de jugar con por el de observar y estar ahí para cuando nos necesiten, sin interferir ni interrumpir. No hay jerarquías entre adultos y niños. Sino relaciones lo más igualadas posibles.
Hoy hemos empezado el año organizando el espacio de Luca. Que ya merecía volver a tenerlo.

Ole que chulo!!! Nuevo reto conseguido nena.. Tu lo tienes todo claro, ahora Luca a ver si trepa por el mueble amarillo o se disfraza de león. Ahí estarás tú para acompañarle, y seguro que lechas ayudado a organizarse en su cabecita mejor.. Muaaaaak!
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Michica❤️
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Escribes súper bien amiga. Me encanta como expresas lo que vives y sientes.
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Gracias, Cinta! Me alegro que nos sigas y disfrutes❤️
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