Es tiempo de volver a vivir pausados. Tranquilos. Sin prisas. Dejar la agenda a un lado, junto al móvil.
Es tiempo de volver a mirarnos a los ojos. De reconocer con quien compartimos la vida y darnos el tiempo sosegado que merecemos.
Una prueba de fuego. Una prueba para los que viven solos y para las madres/padres solteros.
Una prueba para la soledad que en nosotros habita. De fuego. Para volver a vivirla y a ratos sufrirla. Es la prueba para nuestra capacidad de vivir el silencio y el vacío.
Hemos creado un día a día de demasiados quehaceres y demasiada gente. Nos hemos creado una falsa necesidad de socializar.
Ahora veremos la mentira insostenible que habíamos creado por donde empieza a desvanecerse.
Ha llegado el momento de dedicarle tiempo a la casa. A estas paredes, muchas vacías. Volverla a hacer habitable.
De aprender a vivir sin esas rutinas asfixiantes, y de aprender a pintarnos los labios a pesar no de salir de casa.
De estar cómodos en nuestra propia piel y en nuestra propia familia.
Ha llegado el día de cocinar sin prisas y de hacer mandalas.
De los juegos de mesa y del escondite.
De los cuentos y los abrazos eternos.
Ha llegado el momento de reinventar nuestros días.
Ha llegado ¡al fin! el día de aburrirnos. Y de permitir a los niños que se aburran.
¡Cuánta creatividad debería surgir ahora!
Dejémosla salir a pasear por el pasillo de casa y ver qué hace con nosotros.

Qué bonito!! Bravooo!! ❤❤❤
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❤️❤️
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