Siempre me regulas.
Siempre.
Me conectas con la risa y con los besos cuando todo se pone patas arriba.
Apareces como de la nada cuando estamos tumbados a oscuras y en silencio.
Y tu risa…
Tu risa me centra cuando la tierra se tambalea.
Gracias.
Siento no estar siempre accesible.
A veces me cuesta tanto…
