Es tiempo de revuelos. Y entre revuelo y revuelo ando pensando a dónde se fueron los días.
Y soy de las que vive intensamente.
El amor. Las vistas al mar. El olor del romero en matorral. El trágico desamor. La sed y las ganas de llorar.
Esa intensidad que te hace vivir sin dejarte nada. Que no me lo cuenten. Ni las verbenas ni los silencios. Ni los besos a oscuras ni con los ojos abiertos. Que no me cuenten los viajes ni me cuenten las vueltas a casa. Sí, lo mejor de un viaje es volver.
Y de repente, han pasado los días. Y los años.
Y abro los ojos de golpe y quiero Mis Abrazos. Esos que tengo guardados esperando por si acaso.
Y miro. Y con las cartas en la mesa escondo una a tiempo.
Y silencio.
Necesito que te eches a un lado. Me tapas la vida. Y no quiero.