Sólo el viento suave interrumpe
el silencio.
Sólo ese viento acaricia mi nuca
absorbiendo el tiempo.
La piel juega, a roces, con el sol
bailando entre escalofríos y calma.
Y si el mar me salpica de nuevos nombres,
susurraré
expresando
desconocidos
verbos.
Formas que mis ojos descubren
entre las olas
y
el cielo.