¿Os suena eso de estar tranquilo? Desde hace unos meses ando pensando en eso de la coherencia. De vivir con coherencia. Y hoy creo que esa es la clave.
La coherencia sin juicio. Lejos del bien y el mal. La coherencia como estado emocional lleno de tranquilidad y de sentido.
Todos llevamos la mochila del pasado. Llena. Todos la llevamos llena. Cada uno de sus vivencias. De su primera infancia. De la segunda. De la adolescencia. Una mochila llena de recuerdos. Y de dolor.
Y ese dolor está ahí esperando que tomes las riendas y lo coloques en el lugar en el que debe de estar. Los conflictos que casi se han enquistado ya necesitan que los resuelvas y continúes. Con tranquilidad.
Esa es la coherencia. Tomar las decisiones que te hagan vivirTe tranquilo. Que puedas parar un segundo, respires hondo y digas ‘ahora sí’. Estamos en paz.
Los conflictos continúan. Las batallas. El dolor se vuelve a acumular. Pero empezando de cero. La mochila la vacío. La ordeno. Y continúo con la mirada limpia. Y vivo la vida que elijo. De la que yo me hago cargo y me responsabilizo. De la mía.
Pero para esto hace falta mucha valentía. Sí. Un amigo me decía hace unos meses que la vida es para los valientes. Sí. Los demás se pierden la mitad.
Pero más que valentía, lo que necesitamos es hacernos un trabajo emocional profundo. Del que remueve todo. Y duele. Y ordena. Y sana.
¿Has elegido la vida que estás viviendo? ¿Seguro? ¿La vida que deseas?
Esa es la coherencia.
¿Te estás responsabilizando de tu vida? ¿De tu tranquilidad? ¿O de la de los demás, olvidándote de ti?
Esa es la coherencia.
¿Quieres estar donde estás?
Esa es la coherencia.
¿Estás reprimiendo tus emociones por cumplir las expectativas de los demás?
Esa es la coherencia.
Yo seguiré intentando ser valiente. Que lo de perderme la vida no va conmigo.